Receta sencilla, sabrosa y económica, para esos días que no tienes mucho en la nevera.
Comenzamos rehogando media cebolla cortada finita hasta que transparente, añadimos un pimiento verde troceado dejando hacer a fuego medio y finalmente un tomate rayado para evitar su piel, así como una cayena. Rehogamos el conjunto y salamos.
Sobre el sofrito anterior añadimos unas cuantas patatas loncheadas gruesamente y rehogamos el conjunto hasta sofreir ligeramente las patatas.
Añadimos una pastilla de caldo bien picada, un vaso de vino blanco, un puñado de guisantes y agua hasta cubrir para que cueza todo a fuego lento, con tapadera, unos quince o veinte minutos.
Cuando queden ocho minutos dejamos escalfar sobre el guiso unos huevos.
Yo este plato lo comería, haciendo un revuelto del conjunto una vez en tu plato, ya que romperá la yema del huevo engrosando la salsa del guiso.
Servir calentito.
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